Simone de Beauvoir es considerada la madre del feminismo moderno. Pero, ¿Qué pasa cuando miramos más de cerca su historia? A 75 años de El segundo sexo, es momento de releer su legado.
En 1949, Beauvoir publicó El segundo sexo, un ensayo revolucionario sobre la opresión de la mujer. Su frase «No se nace mujer, se llega a serlo» se convirtió en un lema feminista. Pero… ¿Cuántos han leído realmente el libro?
El mito de Beauvoir la presenta como una heroína feminista, pero hay aspectos de su vida que han sido silenciados:
Su firma en un manifiesto defendiendo la pedofilia (1977)
Su trabajo en la radio del régimen nazi de Vichy.
Su relación con alumnas en dinámicas de poder muy cuestionables.
Cuatro investigadoras españolas analizaron este «silencio académico» en un artículo científico de 2022. Según ellas, ignorar estos hechos distorsiona la historia del feminismo y oculta otras figuras que también lucharon sin contradicciones.
La propia Beauvoir, junto con Sartre, promovió un modelo de «amores contingentes» que, desde una perspectiva actual, se lee más como una red de relaciones abusivas con alumnas jóvenes. ¿Romanticismo intelectual o abuso de poder?
En la universidad y en el feminismo actual, hay un debate pendiente: ¿Cómo lidiar con los claroscuros de nuestras referentes sin caer en la cancelación ni en la idolatría ciega? ¿Se puede separar la obra de la autora?
El segundo sexo sigue siendo un texto imprescindible, pero, como advierte la filósofa Tamara Tenenbaum, «no hay que leer nada como una Biblia». Revisar los legados no es destruirlos, sino entenderlos mejor.
El feminismo del siglo XXI enfrenta un reto: construir referentes sin tabúes ni silencios incómodos. ¿Se habla lo suficiente de esto en las aulas y en grupos activistas?
¿Qué opinas? ¿Hay que separar la obra de la autora? ¿O crees que es hora de revisar el canon feminista?