Nací hace mucho tiempo.
Ya no queda nadie vivo
que me recuerde de bebé.
malo? Salvo en mi cabeza
ese debate ha quedado
silenciado para siempre.
En qué consiste
ser un mal bebé, me preguntaba. Cólicos,
dijo mi madre, lo que quería decir
que lloraba mucho.
¿Qué hay de malo
en eso? Qué difícil era
estar viva, no me extraña
que todos murieran. Y qué pequeña
debí haber sido, flotando
dentro de mi madre, acariciada
en señal de aprobación.
Qué lástima haber empezado
a hablar, perdiendo la conexión
con ese recuerdo. ¡El amor de mi madre!
Demasiado pronto surgió
mi verdadero yo,
robusto pero amargo,
como un despertador.
–
Por: Louise Glück