Y es que el dinero, el poder, los mercados… no son tan fríos como parecen. Se mueven por impulsos. Por miedo. Por deseo. Igualito que una relación fallida.
Hoy te traigo esta selección de obras que lo explican mejor que cualquier manual de economía. Porque a veces, para entender el sistema, hay que ver cómo se descompone en el arte, el cine, la música…
The Big Short, 2015.
Película dirigida por Adam McKay.
Unos outsiders ven venir la crisis del 2008. Nadie les cree.
¿El resultado? Wall Street se desploma… y con él, la fe en el sistema financiero.
Humor negro, datos reales, y una gran lección: Nunca subestimes el poder de la ignorancia colectiva.
The Wolf of Wall Street, 2013.
Scorsese lo hizo: convirtió el exceso en espectáculo.
Drogas, corrupción, manipulación bursátil… Y Leonardo DiCaprio como símbolo del deseo sin freno.
El capitalismo convertido en una fiesta… hasta que llega la cruda.
Maurizio Cattelan y su famoso plátano.
Comedian. Un plátano pegado con cinta gris, vendido por $120,000 dólares.
¿Burla? ¿Crítica? ¿O simplemente capitalismo en performance?
El arte contemporáneo nos recuerda que el valor es simbólico.
Igual que las acciones… y los likes.
Glengarry Glen Ross.
Película dirigida por James Foley.
Agentes inmobiliarios compitiendo por no ser despedidos.
Llamadas. Mentiras. Humillaciones.
El éxito es obligatorio. Y el fracaso… no tiene espacio.
Una tragedia existencial en clave capitalista.
“Capital”, de Thomas Piketty.
Este libro no es solo economía.
Es una radiografía de cómo la riqueza se concentra… y cómo eso siempre, siempre, termina mal.
Un best seller que convirtió la desigualdad en un tema cultural.
Spoiler: el capital no tiene corazón.
Wall Street, 1987
Película dirigida por Oliver Stone
Gordon Gekko dijo: “La codicia es buena.”
Y con eso nació un ícono del capitalismo sin alma.
Un joven ambicioso, un mentor despiadado y una lección brutal: la ética es lo primero que se sacrifica cuando el poder llama.
El dinero, aquí, no duerme.
Bonus Track.
“Money Trees”, de Kendrick Lamar.
Porque el hip hop entendió que hablar de dinero es hablar también de raza, de clase, de aspiración.
«Money trees is the perfect place for shade… and that’s just how I feel.»
Una frase que dice más de lo que parece.
Para conocerla, no basta con leer economía.
Wall Street, como tu ex, se mueve por impulsos.
POLIPTIKA
Te atrae, te confunde… Y cuando crees que ya la entendiste…
Boom. Cambia las reglas.